El público estaba expectante y todo estaba preparado para el plato fuerte de la noche.
Luego de unas semifinales casi que predecibles, el partido más parejo de todos los cuartos de final de la FIBA Women’s Americup 2021 estaba por iniciar. Sobre la duela del Coliseo Roberto Meléndez, el equipo anfitrión, Puerto Rico, recibía a una Selección Colombia Femenina de Baloncesto que en los últimos enfrentamientos entre ambos le había traído problemas.
La efectividad partía como ese punto diferencial que iba a definir el lado del ganador. En ese sentido, las dirigidas por Luis Cuenca comenzaron con un cuarto casi perfecto. Una defensa férrea y mucha alegría en la ofensiva, golpeaban a una Selección Puerto Rico que hasta ese momento se notaba confundida y nerviosa. De hecho, la primera mitad no fue la mejor para las chicas locales que con un tiro inesperado lograron irse por delante en el marcador.
El verdadero reto para la selección Colombia estaba en mantener esa consistencia de los primeros cuartos para validar el buen trabajo de la primera mitad y las chicas doradas correspondieron al mismo. Nuestro seleccionado comprendió la magnitud del desafío y ante viento y marea salieron con la firme intención de anotar su nombre en las próximas semifinales.
Rendirse no era una opción y así lo sabían las jugadoras cafeteras que sobre la duela nunca dejaron de correr.
Aunque los cambios de marca eran constantes, El profesor Gerardo Batista nunca logró descubrir el secreto que buscaban todas las selecciones: como parar a Manuela Ríos (Doble-Doble). Su gran capacidad armadora y su paciencia en la toma de decisión siempre mantuvieron vivas las esperanzas. Otras de las talentosas de nuestro combinado tricolor, tuvieron participaciones importantes como Narlyn Mosquera (21 puntos y 15 rebotes) y Yaneth Arias (19 puntos y 7 rebotes).
Finalmente, fueron dos jugadoras de la talla de Jazmon Gwathmey (29 pts y 7 rbts) y Jennifer O’neill (19 Pts y 3 asts) las que acabaron con las ilusiones de la selección Colombia de pelear por un cupo en la próxima Copa Mundial. Se terminó una batalla, pero la guerra sigue latente. Comprendemos que aún queda mucho camino por recorrer y que los frutos del talento de nuestras chicas seguirán dándonos muchas alegrías.
