Si hay un lugar en todo el territorio colombiano que se vive el baloncesto al 100%, es la isla de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Una tierra llena de mar, arena, bellos paisajes y sobre todo, calidad humana. Este archipiélago ha sido testigo del nacimiento, crecimiento y formación de muchos deportistas, especialmente en el baloncesto, por su biotipo, su condición atlética, y ganas de competir desde el inicio hasta el final de cualquier juego.
Desde Warriors, Soles, Islander, Bayside, Caribbean Heat, Caribbean, Warriors +, hasta Caribbean Storm, han sido precursores del fanatismo y motivación, para que cientos de niños se animen a practicar este deporte, y así verse como los ídolos que jugaban domingo a domingo en el extinto Coliseo Rosado o en el Ginney Bay del sector de San Luis.
Kevin Randolph Masquitta, jugador profesional isleño, recuerda con mucha emoción quien motivó a practicar este deporte, “desde los seis años empecé baloncesto en la escuela Island Trotter San Luis, luego de ver jugar a mi papá (Madeo Masquitta) jugar para la Selección San Andrés”, comentó el alero quien además reconoce que el ambiente familiar también hizo que llegara a ejercicio, “en mi familia tres tios jugaron baloncesto profesional, Guillermo Masquitta, Willfred Masquitta y Jerry Masquitta, en distintos equipos del país”, detalló el último Masquitta profesional.
El analista técnico Víctor García, no olvida el talento de jugadores que han nacido en esta isla y que la han dejado en alto, “me acuerdo de jugadores como Randy Stephen, mundialista con la Selección Colombia del 82’, también de Edinson Christopher, Victor Lever, Jerry Bent, ‘pino’ Ávila, Joe Manuel y también un jugador que está en la plenitud de su carrera como lo es Michael Jackson”, ilustró el comentarista del medio Basket Directo.
Foto: Juan Felipe Sierra
Con la presencia de la LBP 2021-2 en la Isla de San Andrés, la invitación está hecha para que el público esté pendiente de esta fiesta basquetera, para seguir inculcando y masificando este deporte para que los niños y adolescentes del archipiélago puedan disfrutar, competir y representar no solo a la isla, sino también a Colombia en los torneos internacionales.
