Bajo el embrujo del Coliseo El Jardín de Quibdó, se desató una batalla entre el caribe y el pacífico colombiano en la Liga WPlay de Baloncesto. Cimarrones y Caribbean Storm se enfrascaron en un duelo lleno de ardor y desafíos, dejando un sabor salado en el aire y despertando el espíritu competitivo entre ambos. El Jardín estaba listo para presenciar un espectáculo de destrezas entre ambos equipos que dejaría como ganador al visitante por 76-92.
Desde el primer salto entre ambas escuadras, se percibió la paridad que reinaba en el terreno de juego. Sin embargo, Caribbean Storm supo aprovechar con mayor astucia sus oportunidades desde la línea de tres puntos, marcando una diferencia que se hizo sentir a lo largo del enfrentamiento.
En medio de la lucha encarnizada bajo los tableros, Andrés Ibargüen se alzó como el hombre dominante en los rebotes, imponiendo su presencia en la pintura con autoridad. No obstante, la figura del encuentro fue Romario Roque, quien desplegó su repertorio de destrezas con maestría, anotando 20 puntos, capturando 6 rebotes y repartiendo 5 asistencias. Cada movimiento de Roque fue un destello caribeño, dejando perplejos a los adversarios y deleitando a los espectadores.
A pesar de la entrega y el esfuerzo desplegado por Cimarrones, liderados por el entrenador Bernardo Fitz y su estilo defensivo, no fue suficiente para evitar la derrota ante la arremetida del Caribbean Storm. Los jugadores de Cimarrones, encabezados por Michael Parra, quien aportó 8 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, lucharon valientemente en busca de la victoria. Sin embargo, las olas avasalladoras del Caribbean Storm fueron implacables.
Este primer juego de la serie se decantó a favor del Caribbean Storm. La mayor diferencia se estableció en el primer cuarto del encuentro, donde la intensidad y el ímpetu de Caribbean Storm se manifestaron con mayor claridad. Cimarrones, por su parte, tardó en encontrar su ritmo y entrar en sintonía con el juego, pero demostraron su ímpetu y deseo de alcanzar la victoria.
