Tercer partido dirigido por el entrenador de Tigrillos, y en esta ocasión, con saldo positivo.
El segundo partido de las semifinales estaba en curso y las ganas de venganza por aquel encuentro perdido en temporada regular estaban presentes en los dirigidos por Raúl Pabón, tuvo que volver a hacerse cargo de la plantilla, por la suspensión del Director Técnico Hernán Giraldo por parte de la directiva del club antioqueño.
Los titulares de ambos equipos eran conocidos, pero su rendimiento no era predecible. Alto nivel de los jugadores en cancha que se resumiría en una mitad para cada uno. Motilones salió a realizar en la duela lo que mejor sabe hacer: Defender. Gracias a la actitud de los jugadores y un ajuste táctico importante por parte de Bernardo, los tiros desde el perímetro estuvieron reducidos para Tigrillos. Del mismo modo, un inspirado Nick Evans marcaba el camino y firmó seguramente lo que fue su mejor presentación en una primera mitad en toda la temporada: 14 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 1 tapa.
En la segunda mitad las cosas fueron a otro precio. Raúl Pabón logró motivar lo suficiente a sus jugadores para que estos alcanzaran la movilidad que tanto le faltó en el primer tiempo para desencajar una fuerte defensa Motilona. Igual que en temporada regular, Romario Roque salió al acecho con puntos importantes y salidas rápidas que acumulaban en faltas a sus contrarios.
Finalmente, Antoni Vicens con 22 puntos y 4 rebotes, y Wesley Van Beck con 21 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, los que se unieron a Romario para formar un trio temible, llevar a su equipo a una victoria importante que manda un mensaje a sus aspiraciones al título. Tigrillos no contó con su máximo estratega, pero con Raúl se torna valiente en el Coliseo Evangelista Mora.
