Partidazo. Fue el calificativo que se escuchaba en las gradas del Coliseo Elías Chegwin a la hora de referirse al primer encuentro de la jornada del 3 de abril, cuando Titanes derrotó 80-75 a Búcaros de Bucaramanga.
Había mucha expectativa sobre ese partido, los medios de comunicación calificaban a Búcaros como “el primer rival de peso de Titanes”, algo que se sintió luego del salto inicial cuando llegaron a tener a Titanes con un margen de 8 puntos de diferencia. André Coimbra y Octavio Muñoz se juntaban de buena manera a la hora de utilizar el pick and roll y llegaban con muchas opciones de encestar al aro rival.
Uno de los choques interesantes del partido se vio desde el inicio, cuando Soren de Luque se enfrentaba constantemente con Coimbra, una lucha de jugadores fuertes que asombró al público asistente. El ganador de esta contienda fue el último MVP de las finales, Soren de Luque, culminando el partido con 25 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias.
El segundo cuarto de Titanes fue vital. Su nueva incorporación José Defilippo se vio solido a pesar de haber llegado hace dos días. El argentino anotó 17 puntos, recogió 12 rebotes y dio 2 asistencias, siendo una pieza que se amolda en el equipo de Tomás Díaz.
Para el segundo tiempo del juego, Búcaros entró remando, las palabras en el camerino siempre funcionan y los santandereanos cumplieron al pie de la letra las indicaciones del entrenador paisa para dejar el tercer cuarto con parcial 19-25, y con marcador global 63-62 a favor del local.
Todo cambió cuando llegó la ansiedad de algunos jugadores en el equipo búcaros, malograron más de 4 cestas bajo el aro que Titanes convirtió a favor de ellos en las siguientes jugadas. Terminó costando esas situaciones de juego ya que Titanes a pesar de que sufrió, se llevó la victoria.
