Muy pocos partidos en la temporada tenían un tinte tan emocionante como lo fue el último y gran juego entre los Motilones del Norte y Tigrillos de Medellín. En esta ocasión, la gran noticia era la baja de Nick Evans que por diferentes motivos no logró llegar a la duela del Evangelista Mora. Sin embargo, ante un contexto medianamente desfavorable, Soren De Luque tomó las riendas de un equipo que ante las bajas seguía con las mismas intenciones de llegar a la final.
La defensa marcó el camino. Tigrillos con una ofensiva diluida en el transcurrir de los primeros cuartos no dejaba de caer en la trampa de Motilones que constantemente intercambiaban pérdidas por volcadas. Jovonni Shuller y Soren, degustaban de una pista despejada para realizar los mates que seguramente practicaron durante toda la temporada.
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Pasados algunos instantes, el enfoque del juego fue cambiando de rumbo. Ante tantos altercados entre jugadores, solamente el que estuvo más fuerte, en este caso Tigrillos, salió beneficiado. Gelvis Solano llegó como el hombre insignia para concretar los tiros más difíciles y asegurar a Tigrillos en la máxima serie de todas.
Reconocimiento especial para Octavio Muñoz y Wesley Van Beck que con su dinámica se diferenciaban de una defensa estática motilona marcada por el cansancio. El equipo de Medellín está en la final y Titanes ya lo analiza desde sus pizarras.
